jueves, 18 de febrero de 2010

DIOS SALVE AL ROCK


Donde el ruido invade las calles, donde los gritos son frecuentes, donde el sol alumbra mientras llueve, donde el mechudo es igual que el calvo y donde tener dinero y no tenerlo da lo mismo parece ser la propuesta de muchos y de ninguno, es por esto y mucho más que la capital Colombiana se ha convertido en una especie de tierra de nadie en donde mandan muchos pero no manda nadie. Rock, Metal, Punk, Salsa y un sinfín de sonidos invaden las calles y los oídos de los desapercibidos transeúntes a los que solo les importa lo de ellos. Conciertos y más conciertos parece ser la consigna de algunos y la plata y mas plata la de otros, aguanta el bolsillo y Bogotá todo esto.

Hace mucho tiempo se venía pidiendo a los empresarios que trajeran bandas de Rock legendarias, pero no todas al tiempo. Como es sabido por todos traer estas bandas no es barato y por el contrario cuesta un ojo de la cara, pero con tal de ver a sus dioses del Rock los mechudos, metaleros y fanáticos pagan lo que sea. Es así como se viene una oleada de concierto para todos los gustos, pero lo que no gusto mucho entre algunos jóvenes y porque no decirlo entre algunos adultos es que todos sean tan seguidos o mejor todos con intermedio de dos semanas y ahora muchos se preguntan a cual concierto ir o si endeudarse para ir a todos.

Todavía sin respuestas por escenarios dignos de conciertos y con muchos de estos eventos prontos a realizarse en Bogotá, será seguir asistiendo al Simón Bolívar y al Coliseo el Campin a presenciar las malas acústicas que poseen, por esto y muchas razones más el puño se levanta, el cabello se agita y la cabeza se mueve al son de las guitarras y baterías marchantes pero en el fondo se queda el “DIOS SALVE AL ROCK EN NUESTRO PAÍS”

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